viernes, 24 de febrero de 2012

Episodio III: El chonguito "minitah"


Desde que empecé a relacionarme con el sexo opuesto, a mis 15 años de edad, siempre me cruce con especímenes bastante únicos. Saben que mi vida es bastante patética, un día chateando en Badoo (Si, Badoo. Esa pagina de la cual hablaba el señor de la propaganda que decía “La internet está llena de degenerados”. Ahí tenés degenerados para hacer mermelada) conocí al chonguito minitah. Es un chabón muy bueno que esta muy bueno, creo que es el único hombre que es sexo y amigo. Hablamos de nuestras vidas y éramos tan diferentes, me atrajo vía Msn al instante. Un rubio alto, de esos que pensás “Faaaa, alta poronga debe tener”, tan inteligente, tan lindo y taaaan complicado. Sufriendo por un amor no correspondido, no se me ocurrió cosa mejor que “consolarlo”. Coge como los dioses, te hace ver las estrellas de un solo saque y me enseñó muchas cosas de la vida. Cambió mi manera de pensar, me enseñó a explorar puntos de vista diferentes y maneras distintas de hacer las cosas. Me animé, me arriesgué a vivir. Así conocí la buena música, el faso, el sexo con amigos. Podíamos hablar de todo sabiendo que no existía mas que una linda amistad. Debo admitir que por un momento, me sentí atraída por la idea de ser “su chica” pero al rato, desistí. Aparte de tener inclinaciones bisexuales, preocuparse por su estética y demás boludeces, siempre tiene la necesidad de buscarle la quinta pata al gato, siempre analiza todo, maquina y maquina y maquina más que yo y eso es grave. Para complicadas en una relación, estoy yo. Por eso, hoy en día, somos amigos. A veces, volvemos a la cama pero sabemos que más de eso no pasa, nos queremos demasiado como para lastimarnos mutuamente algún día. Es irónico, no? Toda mi vida es irónica, el único vago que pareció quererme posta, es un chonguito con pensamiento de minitah. Hoy es ese amigo, que se fuma un porro, me habla por chat de facebook y se desahoga, ese amigo que me llama en pedo para preguntarme como estoy cuando se acuerda de mi una vez cada tres meses, ese que lo veo casi nunca pero que cuando lo veo, es como si el tiempo no hubiese pasado, podemos reírnos, jugar al amor un rato y después volver a nuestras rutinas donde solo somos amigos o amiguitas, yo que se. Ya que es un chonguito con pensamientos de MINITAH.

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